viernes, 25 de diciembre de 2009

La Música se encuentra con los cuentos


Afortunado, como todos los que dan título a esta sección de entradas del blog, fue el encuentro con Rafael Martínez Redondo, a finales de Junio pasado.
Tanto, como sus ideas de impulsar la Agrupación Musical Ubetense, de la que es director, con iniciativas que dan paso a la gente más joven y que atraen a nuevos públicos a conocer sus actividades y a disfrutar con la música.
De esas inquietudes nació en su día el Taller de Banda y después, en ese Junio que decía más arriba, esa idea de organizar un Concierto de Navidad en el que se incluyeran repertorios y soluciones atractivos y adecuados a la festividad.
Fue así como me propuso montar la obra de S. Prokófiev “Pedro y el Lobo”, y como dimos forma a esta versión, un tanto particular, que hace de colofón a ese concierto y que permite conjugar escena y música en directo gracias a la magia abstracta que convocan los títeres de sombra.
Aquí os ofrecemos un pequeño extracto de ese concierto, realizado el día 23 de Diciembre en el Auditorio del Hospital de Santiago de Úbeda, que repetiremos el próximo domingo día 3 de Enero en el mismo sitio, a las 12 de la mañana.

Si os parece apetitosa la propuesta, podemos encontrarnos allí para compartir un ratito de música y cuentos.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Hallazgos en el Museo Arqueológico


Uno ya sabía que en el Museo Arqueológico de Úbeda había piezas de cerámica, pequeños exvotos, algunos huesos, utensilios muy antiguos a medio desgastar y toda clase de objetos cargados con cientos de años y con kilos de historia.
Lo que uno no imaginaba hace un par de años es que, además de todo eso, el Museo estuviera tan vivo.
Ya pude comprobarlo en Diciembre de 2008, en cuatro citas inolvidables en las que me reuní con un buen montón de personas que vinieron a conocer cuentos y a visitar, ya por primera vez, ya por enésima, este edificio tan particular. Allí descubrí un público, de todas las edades, con una habilidad increíble para escuchar, en ese ambiente cálido rodeado de piedra.
Y este año, todos los domingos de este mes de Diciembre, nos estamos reencontrando de nuevo. En torno al hallazgo de un pequeño diario desgastado, escrito por un extraño paleoarqüentólogo del que antes no teníamos noticia, llamado Ramón del Mar Ruiz Seoane, volvemos a convocar historias de todo tiempo, con todo tipo de personajes y avatares. Y cada día resulta más placentero llegar a esa cita y compartir sonrisas, inquietudes, peripecias y palabras, con quienes alientan y empujan estas historias con su sano deseo de escuchar.
Quisiera desde aquí, brevemente, dar las gracias a esta parroquia infatigable, que me obliga cada domingo a buscar la palabra justa y la mejor historia. Si este oficio fue alguna vez placentero, no cabe duda de que se debe a orejas y corazones como los suyos.
Quién nos iba a decir que este Museo contuviera semejante hallazgo.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Dibujando en Villanueva

















El pasado 3 de Diciembre tuve la suerte de encontrarme con dos grupos de 6º de Primaria del colegio Nª Sª de la Fuensanta de Villanueva del Arzobispo. Charlamos sobre libros ilustrados, sobre mi manera de encararlos y, lo que a mí más me gusta, me enseñaron al final dibujos hechos por ellos mismos. Algunos (fijaos con atención en el dibujo del centro) han tomado como modelo al Limpiabotas, con bastante acierto.
Pero otros han preferido especular por su cuenta, creando monstruos interesantísimos, de los que aún no tengo foto. Ésta que ahora veis la hizo Diego y estoy esperando que me envíe alguna más, porque si algo me gusta es encontrarme dibujos inesperados al torcer cualquier esquina.
Desde aquí, gracias a todas las personas que participaron en el encuentro, que son muchas más de las que han podido salir en la foto. Un abrazo para todas ellas, hasta la próxima vez que nos encontremos.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Vicente nos hace amena la espera















El pasado lunes estuvimos representando Manú en el Teatro Darymelia de Jaén, con motivo de la conmemoración del XX Aniversario de la Declaración de los Derechos del Niño.
Para celebrar este día, vinieron niños y niñas de varios centros de la provincia. Y, claro, con el tráfico y las obras que proliferan por Jaén, es natural que algunos grupos llegaran mucho antes que otros.
¿Qué hacer en estos casos? Preguntando al público, después de decirles que íbamos a estar un cuartito de hora más esperando antes de comenzar, varias personas me propusieron contar chistes para pasar mejor el rato .
Pero yo no sé chistes (se me olvidan enseguida). Afortunadamente, Vicente, un chico de 4º, quiso subir al escenario y contarme uno para que yo, a mi vez, se lo contara al respetable. Y eso hicimos.
El resto de la función, una vez que nos pusimos a ello, fue de dulce.
Pero cuando pase el tiempo y recuerde esta visita, de quién más me acordaré, sin duda, será de Vicente, enseñándome amable y solícito el chiste del Loro que ve la Televisión, y apuntándome las réplicas cuando las olvidaba con una paciencia infinita.
Para que luego digan que los niños de hoy no son apañaos.

viernes, 13 de noviembre de 2009

En la Librería


Hace ya casi diez años que tropecé con Luis Foronda en un programa de la radio local. Yo apenas los conocía (ni a él ni al programa), pero gracias a la Asociación Malión comenzamos a colaborar.
“La librería”, que así se llamaba el programa, era un lugar en el que compartir cuentos, música, películas y poemas y con el que acompañar las tareas domésticas del sábado, mientras se ultimaba también la comida del fin de semana.
Inmediatamente pasé de colaborador esporádico, contando cuentos de vez en cuando, a oyente fijo. Y poco a poco fue creciendo el número de colaboraciones, a la par que una buena amistad, no sólo con Luis, sino con cuantos colaboradores pasaron por el programa a lo largo de todo este tiempo. Y también –era inevitable-, creamos una sección sobre artes plásticas, con la que complementar el disfrute estético en que nos sumergían el resto de las disciplinas del programa.
Este año, el programa ha echado a andar, en paralelo con su emisión radiofónica, un blog. Allí podremos rescatar el cuento que escuchamos sólo a medias o ampliar con imágenes lo que la radio no nos permitió ver. Podremos volver a saborear recetas, releer despacio los poemas que nos conmovieron o bailar las canciones que nos alegraron la vida.
Hoy os invito a dar una vuelta por ese lugar. La dirección es ésta: http://lalibreriaderadioubeda.blogspot.com/
Nos vemos allí, para hablar de otras cosas.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Viaje al Este


Aunque el título de la entrada contradiga el del libro, lo cierto es que este Viaje al Oeste es, para nosotros, occidentales, una verdadera oportunidad de hacer el periplo inverso, para recorrer y conocer parte de ese Oriente que cada vez esta más cerca.
Hoy más que nunca el mundo avanza deprisa. Y eso supone a veces que las tradiciones y las obras sobre las que se cimentan la memoria o la condición de un pueblo, pueden perderse en la noche de nuestro olvido, borradas por la necesidad acuciante de novedades, actualidad, modernidad o, simplemente, por alguna película que nos haga estar “a la última”. Pero, quizá precisamente por eso, este viaje merece más la pena. Ya lo comenta acertadamente Jesús Ferrero, en el prólogo, advirtiendo que esta obra sería para los chinos, haciendo la regla de tres, lo que para nosotros vendría a suponer el Quijote. Y convendremos en que siempre hay un momento para volver a revisar las andanzas de don Alonso y Sancho.
Pues bien: este libro de aspecto impresionante (son más de 2000 páginas) nos dibujará con detalle un panorama por los paisajes, las creencias y los modos de ser y de pensar que sostuvieron –ahora, quién sabe- durante siglos el imaginario de China.
Y, al mismo tiempo, nos divertirá con las andanzas de Sun Wu Kung, uno de los personajes más interesantes, descarados, audaces y efervescentes con que me he topado nunca en página alguna.
Gracias desde aquí a Vicky Venyaprende, que lo rescató para mi desde los anaqueles de su librería, y me llevó así de viaje durante todo este verano.
Por cierto: para ilustrar este comentario, he elegido una imagen que es de otra obra. Se trata de Dragones, Dioses y Espíritus de la Mitología China, publicado por Anaya en1984. Esa fue la primera vez que yo escuché –leí- algo sobre las andanzas del Rey Mono y hago así justicia a las obras que divulgan sin pretensiones y siembran con gusto la necesidad de conocer lo ajeno en nuestras vidas.
Viaje al Oeste. Las aventuras del Rey Mono. Siruela, Madrid, 2004

domingo, 19 de julio de 2009

El Ratón del Alba y el Arte para niños


Vemos a menudo libros con aspecto de gastados que no merecen nuestra atención, y resulta que atesoran perlas que brillan y arrojan luz. Así, en la Biblioteca de Villanueva de Córdoba, hace un par de meses tropecé con uno de esos rescatados que me resultan tan interesantes
Porque a menudo –y será fácil comprobarlo en cualquier espacio escénico de los que proliferan en verano aprovechando el fresquito de la noche-, cuando se quiere ofrecer un espectáculo para niños, éste se llena de intenciones que, podríamos denominar “extraartísticas” (doctrinarias, aleccionadoras, “educativas”, pedagógicas...), e incluso se empobrecen lenguaje e intenciones en aras de una sencillez que acaba siendo simplicidad.
Hasta hoy, cuando salía el tema, yo siempre recurría a un cuentecito de Eduardo Galeano titulado El Arte para Niños que es de una contundencia sólo comparable a su sencilla claridad, para hacer ver que ese arte es, o debe ser, otra cosa.
Pero este libro que ahora os recomiendo nos expone algunas claves aún más obvias. Y tiene, además, un valor añadido.
Porque reúne un montón de experiencias increíbles tomadas de un taller de teatro hecho por y para niños a finales de los sesenta y principios de los setenta del siglo pasado.
Para compartirlo y comprender su valor, he pensado que nada mejor que una muestra sencilla pero arrebatadora. La obra que abre la colección, a la cual pertence la ilustración de cabecera y que os transcribo a continuación:

El Niño Solo.
Anónimo, autor de 6 años.

Personajes:
NIÑO
GAVIOTA

Juegos. El niño se fue a la playa porque si que estaba solo y triste.

NIÑO.- Que bonita esta la mar. como brilla y brilla com el reflejo del sol. y los barcos que pasas de puerto a puerto nabegan aciendo pi pi.

Juegos. Una gaviota vuela y se acerca al niño.

GAVIOTA.- porque estas tantriste mirado el mar azul.
NIÑO.- esque me gusta mucho ber pasar a los barcos.
GAVIOTA.- Amitambien me gusta beslos pasar.

El niño se hace amigo de la gaviota y se queda con ella.

FIN


Pues eso.
(El Ratón del Alba. Antología de teatro infantil.
Carlos L. Aladro. Editora Nacional. Madrid, 1976.)

miércoles, 1 de julio de 2009

El Chico Fabuloso-Funerario

Nos ha costado, pero lo hemos conseguido.
Revisando durante la Semana Santa pasada algunos de los rollos en los que aparece la que ya hemos bautizado definitivamente como La Muertecita, encontramos una sorpresa: en el lateral de una de las porciones de película, vimos lo que parecía ser una grabación sonora.
Habíamos dado por supuesto que el material no tenía audio, así que nos sentimos realmente intrigados por lo que podría contener.
Mientras poníamos en condiciones las imágenes, buscamos a alguien para que nos rescatara esa pista. Y hoy, por fin, (con algún pequeñísimo desajuste sin mayor importancia), hemos conseguido ver el resultado completo.
Y nos hemos quedado sorprendidos. Porque se trata de una especie de vídeo-clip de a saber cuándo. Pero el tema nos suena muchísimo y nos recuerda bastante a uno muy actual, que hemos escuchado en la radio estos últimos días.
Habrá que preguntarle a Zahara qué relación tiene con La Muertecita.

domingo, 28 de junio de 2009

Hambre de cuentos

Si hace unos días recordaba con una cierta nostalgia a las personas y a las historias con que nos encontrábamos a final de Junio, alrededor del Festival de Cuentos “En Úbeda se cuenta...”, ayer se produjo uno de esos pequeños acontecimientos que trocan lo amargo en dulce y despiertan alegría y entusiasmo.
Un grupo de personas asiduas al evento, pensando que citas como éstas no deben perderse y temiendo que, si no se hacía nada al respecto, pasaran los días y se borraran los recuerdos, se reunió en torno al lema “en Úbeda NO se cuenta...” para dejar bien clara su opinión al respecto.
Concentrados en la Plaza de Andalucía, vistiendo de luto por lo perdido, con velas en la mano y esparadrapo en la boca, bajaron por el Real para acabar frente al Ayuntamiento, donde se leyó un comunicado demandando a los representantes de la ciudad una postura clara con respecto al Festival y al abandono de su financiación.
A continuación, tres personas de edades bien distintas, haciendo visible la diversidad y la riqueza de público que movilizaban las narraciones, leyeron el “Cuento para un Festival que no cuenta , en el que hicieron un repaso por los rincones y personajes emblemáticos que aparecían puntualmente en esta cita.
Y luego, un cuento más de una de la niñas que ha participado en las últimas ediciones de la Contada Voluntaria.
Y después, aplausos, palabras, recuerdos, ideas, diálogos y preguntas y, sobre todo, voluntad y mucha hambre de escuchar y ganas de hacer posible lo que no pudo ser este año.

martes, 23 de junio de 2009

Un encuentro que no se produce

Hoy es 23 de Junio: eso quiere decir que, alrededor de la noche de San Juan, si todo hubiera sido como estos años atrás, estaríamos disfrutando del Festival de Cuentos “en Úbeda se cuenta...”, de la Tía Tragantía y de los encuentros felices con narradores y públicos cercanos o lejanos.
Este año, sin embargo, no va a ser así. Tras diez años consecutivos, viene una pausa. ¿Las razones? Lo mejor será que transcriba más abajo el comunicado que Malión (la asociación que lo venía organizando,y de la cual soy miembro), preparó hace unas semanas.
Como la fecha es importante para mí, por muchas y variadas razones, y Malión no dispone de página web, he decidido subirlo a mi blog, porque no quería que quedara en el olvido.
Como complemento, y para que recordemos los buenos momentos pasados en torno a los cuentos, adjunto también el vídeo-resumen de diez años de actividad que se preparó el año pasado. No lo pone en los créditos pero estará bien saber que la música que lo acompaña es de Angelique Kidjó.
Disfrutemos, al menos, de los recuerdos.

Por entre las esquinas ya circula el rumor: Las Palabras, que llevaban diez años moviéndose entre nosotros con un desparpajo cada vez mayor, que buscaban ansiosas oídos cómplices para construir historias en las noches de Junio, y se aliaban con miradas y ademanes para sostener tramas, y sorpresas, no vuelven a recorrer las calles de nuestra ciudad este año.
Quien lo escucha, recibe la noticia con cara de asombro: ¿cómo es posible, si en esta historia de amor entre el que habla y el que escucha, entre los cuentos pequeños y los espacios amplios, entre las historias grandes y los rincones recoletos, todo parecía ir bien?
¿Acaso no gozaron del favor, el respeto, el empuje siempre en aumento de los cientos de personas que se sumaron a esta propuesta, haciéndola suya con una manera única de escuchar, de mirar, de participar en esta empresa fecunda que despierta conocimiento y fantasía?
¿No eran abrigadas también por el apoyo desinteresado de un buen montón de empresas pequeñas y medianas que, cada quien con lo que pudo, aportaron su granito de arena para que los pequeños detalles de los que se componía este Festival estuvieran a punto?
¿No se multiplicaban los brazos y las manos entusiastas de quienes han cargado, empujado, gestionado, visitado, armado y desarmado, guiado y perseguido, repartido y vigilado cuanto hizo falta para convocarlas y hacerlas así inolvidables?
Sólo hay una respuesta posible a estas preguntas: Sí. Así fue. Pero aún a pesar de eso, como en otros tantos cuentos, aparecieron los Zapatos de Hierro. Y a nuestro Festival -y digo nuestro, de todos-, faltó el riego y se negó el sol.
Los Organismos Oficiales (Ayuntamiento de Úbeda, Diputación de Jaén), comenzaron hace tiempo -no, no se trata de una respuesta reciente a tenor de la tan manida crisis-, a recortar el presupuesto necesario o a demorar indefinidamente su materialización, impidiendo que una semilla tan fértil y bien recibida pudiese desarrollarse como pedía.
Aún así, empujados por el ansia y el hambre de escuchar, que ya se había instalado en nuestros corazones, el Festival de Cuentos salía adelante. Con más manos que regalaban su tiempo y su esfuerzo. Y con la voluntad firme, también, de los Narradores y Narradoras, que, pensando que un evento así no podía dejar de existir, renunciaban a lo que en justicia les correspondía, poniendo de su parte algo más que palabras.
Y se aguanta, un año de sequía, y se aguantan dos. Pero al tercero el embalse vacío no refleja ya nuestra mirada y no hay dónde echar mano para paliar la sed. Y con la boca seca se humedecen los ojos, abiertos ante lo que no se entiende, cargados de impotencia.
Y el rumor sordo que recorría las esquinas por las que antes paseaban orgullosas las Palabras a viva voz, crece y se afianza y toma cuerpo: No. No habrá Festival de Cuentos. No podremos decir este año que "En Úbeda se cuenta..."
Sólo nos queda desear que, semejante a la Bella Durmiente, este Encuentro nuestro no esté muerto, y sólo ande dormido.
Pero crecen los rosales cargados de espinas a nuestro alrededor y, tristes, comprobamos que no podemos ver más allá.
Malión, primavera de 2009

miércoles, 29 de abril de 2009

El Cuaderno de Ana


El Día, la Semana, el -en realidad-, Mes del Libro, está compuesto de idas y venidas, de viajes incesantes, historias generosas y cuentos innumerables.
En medio de una vorágine de comunicación intensa, uno se encuentra fugazmente con Bibliotecarias, Maestros, Gestores Culturales, Chicos y Chicas, Personas Mayores de Variada Condición y, en definitiva, con un montón de Gente que tiene una cosa en común: su amor por la palabra y por las historias.
Es, por tanto, un tiempo más que propicio para los encuentros felices con gente amable con la que, si el tiempo lo permite, compartir un café, comentar novedades o discutir ideas.
Y aunque, con el tiempo, iré desgranando alguno más de esos encuentros afortunados, hoy quiero detenerme en uno muy particular y especialmente entrañable para mí, por inesperado: el que se produjo con Ana Espigares Garnica en la Biblioteca de Andalucía de Granada.
Por que Ana, que vino al final de nuestro tiempo de historias y complicidades en compañía de otras alumnas de 5º Curso del Colegio Sierra Nevada, no sólo sabe compartir palabras: también comparte imágenes.
Para alguien como yo, que tanto valora lo uno como lo otro, fue toda una sorpresa ver la libreta que Ana me tendía para que le firmara en ella y que podéis encontrar más arriba, con un resumen de la sesión.
Y es que podemos comprender el mundo que nos rodea, pensarlo y entenderlo, a base de palabras. Pero también podemos hacerlo a base de imágenes, espacios, o sensaciones que no siempre encuentran el término preciso, y que pueden evocarse gracias a ese otro lenguaje que nos da el dibujo, el apunte gráfico, la memoria visual.
Cualquier aficionado sabe que, frente a un mundo en el que definir el gol con una sola pierna, los buenos delanteros usan ambas.
Así que Ana es una delantera de campeonato, que me puso de nuevo ante los ojos la fortuna que es poder combinar dos lenguajes de manera precisa, usando indistintamente y de manera complementaria texto y línea, palabra e imagen.
Gracias, desde aquí, por recordármelo y reafirmarlo (también gracias por el retrato) y, como dicen en una de mis novelas favoritas: ¡Feliz Encuentro, en verdad!

sábado, 25 de abril de 2009

El Limpiabotas ya está en la calle




Pues sí: ha tardado lo que tenía que tardar (los personajes de los cuentos salen cuando salen porque para eso tienen voluntad propia), pero ya está entre nosotros.
Editado por Mil y un Cuentos en Abril de 2009 y dentro de la colección Caracoles en su tinta, podremos seguir las peripecias -en palabras de la propia editorial- de este personaje tierno, emprendedor y altruista, dispuesto a todo por facilitarle la vida a quienes le rodean. Y todo ello a un ritmo vertiginoso.


Yo, la verdad, estoy contento con el resultado. Espero que le vaya bien por esos mundos y que disfrutéis con la historia y las imágenes de El Limpiabotas.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Títeres y Libros




Lo bueno de ir visitando bibliotecas por el mundo, es que siempre encuentra uno, mirando entre los anaqueles más alejados del rincón de novedades, algún tesoro.
El pasado martes 24 de Marzo estuve en la Biblioteca de Los Barrios (Cádiz), charlando con niños y niñas de 11 años sobre Libros Ilustrados.
Pero antes de que llegaran a la visita, y arropado por Mercedes y por Dori, guías excepcionales que están a punto de abandonar su viejo barco por uno mayor que las haga recorrer nuevos mares, dimos con uno de esos tesoros que se esconden bajo una apariencia gastada.
"Títeres con cachiporra", de Ángeles Gasset, es uno de esos pocos libros sobre cómo hacer títeres, que esconden perlas para aquella persona que quiera acercarse a la creación de sus propios espectáculos.
Dedicando poco tiempo a la construcción, proponen pequeñas obras para llevar a la escena. Pero lo mejor, lo más valioso que esconde este librito gastado, son sus ejemplos sobre cómo organizar de manera global la representación, ofreciendo ejemplos de realización de guiones condensados a la manera de mínimas escaletas.
El libro, publicado por Aguilar, es del año 1967, así que imagino que será difícil de encontrar. Pero siempre quedan algunos en nuestras bibliotecas más cercanas (consulta, eficiente, Dori, y me dice que hay 27 ejemplares repartidos por toda Andalucía).La apoteosis la pone Mercedes enseñándome una colección de libros ilustrados por José Ramón Sánchez. Pero de él hablaré, más extensamente, otro día, después de encontrarlo por sorpresa, como no dudo que sucederá, en otra biblioteca.

miércoles, 11 de marzo de 2009

De pequeño, tuvimos en casa un proyector de películas. No hablo de un cinexín, ni de un vídeo rudimentario, sino de un aparato grandote, con bobinas del tamaño de un balón aplastado, y película en tiras de celuloide que había que pegar con acetona, cuando se rompían.
Los rollos –mudos- de Abbot y Costello, del Gordo y el Flaco, y de algunos actores cuyos nombre nunca supimos, se enrollaban en un tableteo continuo que arropaba el movimiento algo trastabillado de sus peripecias alocadas en la pared. Y, algunas veces, el juego consistía en superponer bandas sonoras, efectos especiales o incluso diálogos inventados en aquello que sucedía en la penumbra cálida de nuestra salita.
Debió ser por eso que no pude resistirme: hace un par de meses, pasando por entre los abarrotados puestos del mercadillo que se pone en el Parque Norte, me tropecé con una caja con las esquinas algo raídas que contenía una decena de rollos parecidos a los que disfrutábamos entonces.
Cubiertos de polvo, cuando levanté uno de ellos para mirar al trasluz los fotogramas, esperando encontrar alguno de esos rostros ya pasados de moda, me sorprendió ver un esqueleto en una esquina. Como es lógico, no pude resistirme: me hice con la caja entera, que me salió, a decir verdad, más barata de lo que pensaba.
Hoy el proyector anda tan cascado que no sé si podremos ponerlo en funcionamiento. Pero mientras tanto, mi amigo Julián, al que le gustan todos los cachivaches informáticos que salen de las industrias con tanta velocidad como inventiva, me sugirió la posibilidad de convertir esos fotogramas analógicos –y un tanto desgastados, la verdad- en ficheros en formato digital.
Nos hemos puesto a ello en ratos perdidos y, aunque me da la sensación de que vamos a tener que rellenar un poco algunas lagunas, porque el material parece inconexo y anda más liado de lo que aparentaba (al final no sé yo si fue tan barato), lo primero que hemos conseguido salvar tiene un aire que, francamente, nos ha gustado.
Es poco, por el momento, lo que podemos ofrecer. Pero es tanto el entusiasmo que nos ha despertado, que, en cuanto dispongamos de suficientes huecos en nuestras tareas cotidianas, iremos desgranando los diez rollos y subiéndolos a la red, para compartir este hallazgo que, aunque pequeño, nos parece simpático.
Espero, por supuesto, vuestros comentarios.
Ahí va el primero.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Títeres a la vuelta de la esquina


Cuando comenzamos a diseñar espectáculos para títeres, había un buen montón de cosas que no sabíamos, pero una que sí que teníamos clara: queríamos llegar a cualquier lugar con las mejores condiciones posibles. Daba igual el aula pequeña de colegio rural, que un gimnasio modesto en un centro cívico o un rincón en la biblioteca, rodeados de estantes y anaqueles repletos de libros infantiles: lo importante era hacer posible el prodigio allí donde no se había dado antes.
Es por eso que nos llevamos, muy a menudo, sorpresas gratas al probar nuevos espacios en los que no habíamos entrado aún.
Así ha ocurrido en el Museo Arqueológico de Úbeda este pasado domingo 1 de Marzo donde, con motivo del día de Andalucía, nos invitaron a participar en esta celebración.
El patio, precioso y recoleto, hizo así que, por un día, los objetos quietos que se atesoran en las vitrinas tras el frío cristal, fueran protagonistas y cobraran vida. Como en una metáfora sobre lo que un lugar así propone, conseguimos dar entre todos los que allí nos juntamos, vida a lo inerte.
Concentrados, sonrientes, asustados, partícipes en fin, niñas, niños y adultos daban sobre cada retazo de tela, sobre cada mechón de lana y sobre cada perfil tallado, el empujón necesario para obrar el milagro.
Y aún hubo quien no se marchó hasta ver cómo se recogía y se cerraba la última cremallera de nuestro retablo, asistiendo al proceso con la misma expresión que acompaña al mago que hace desaparecer la paloma entre los pliegues de un pequeño pañuelo, que lanza luego al aire, vacío y lento.
Esos ojos abiertos a lo maravilloso que parecieron engullir cuanto allí hicimos, presiden los buenos recuerdos que nos llevamos del encuentro inusual en este nuevo espacio, que tanto disfrutamos.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Primer encuentro




Doblo esta mañana la esquina de la calle de mi casa y casi me choco con un señor mayor que hacía lo mismo, pero por el otro lado.
Yo llevaba, como suelo, el paso largo, así que por poco no lo derribo con mi ímpetu. Menos mal que uno ha visto Matrix: no he tenido más que recurrir a sus modelos de movimiento esquivando balas, para hacer que mi cuerpo tomara una ondulación excéntrica y por ahí nos hemos salvado del desastre.
Claro que, al hacerlo, como suele suceder, el tiempo se detiene, o va más lento, o la cabeza se dispara –nunca sé muy bien cuál de esas cosas ocurre en realidad-, y te vienen a la mente las ideas más dispares.
Hoy recordé otros encuentros al doblar otras esquinas.
Hace años, en Mancha Real, doblé una sesión de cuentos y un hombre, al acabar, me llevó a tropezar con Torcuato y Canuto, con la historia de sus miserias, su ceguera y su fortuna desigual.
Otro día, hace ya también algún tiempo, doblé una función de Títeres en la calle, y me encontré con una señora que me transportó a sus tiempos de chiquilla, a su corral de vecinos en los que los cómicos encontraban cobijo para la noche y armaban sus retablos para amenizar las fiestas con sus sátiras, sus lengüetas chirriantes y su desvergüenza.
Y por la carretera, al doblar una curva tras horas de cansino camino, después de un letrero que anunciaba un lugar llamado Camponubes, me sorprendió un valle en el que, en efecto, en lugar de árboles o hierba, lo que producía su suelo fértil no eran otra cosa que nubes blancas.
Me ha ocurrido también toparme con los ojos asombrados del que asiste al nacimiento de un dibujo, con las adivinanzas intercambiadas del que recibió otras de regalo, con el gesto orgulloso de quien ya ha ido a buscar espárragos por el campo, porque es mayor.
Y hace muy pocos días me encontré en la Biblioteca de Humilladero, doblando un anaquel con una niña, con las posibilidades que tiene un monstruo al nacer, y que irán determinando su destino, como si tras cada página se escondiera en realidad una esquina que bifurca su camino.
Así que, cuando uno cuenta historias, las recrea o las dibuja, puede encontrar al volver cualquier esquina del papel, de la madera o de una palabra minúscula, Monstruos, Campos, Infancias, Aventuras diminutas, Recovecos de historia que no llevan mayúscula orgullosa, Nombres inexistentes para sucesos imaginados o Regalos desinteresados con sorpresas en su interior.
Esos encuentros son los que conformarán este blog, que quiere compartir el antes y el después de lo que habitualmente veis cuando nos tropezamos por esos mundos.