El pasado lunes estuvimos representando Manú en el Teatro Darymelia de Jaén, con motivo de la conmemoración del XX Aniversario de la Declaración de los Derechos del Niño.
Para celebrar este día, vinieron niños y niñas de varios centros de la provincia. Y, claro, con el tráfico y las obras que proliferan por Jaén, es natural que algunos grupos llegaran mucho antes que otros.
¿Qué hacer en estos casos? Preguntando al público, después de decirles que íbamos a estar un cuartito de hora más esperando antes de comenzar, varias personas me propusieron contar chistes para pasar mejor el rato .
Pero yo no sé chistes (se me olvidan enseguida). Afortunadamente, Vicente, un chico de 4º, quiso subir al escenario y contarme uno para que yo, a mi vez, se lo contara al respetable. Y eso hicimos.
El resto de la función, una vez que nos pusimos a ello, fue de dulce.
Pero cuando pase el tiempo y recuerde esta visita, de quién más me acordaré, sin duda, será de Vicente, enseñándome amable y solícito el chiste del Loro que ve la Televisión, y apuntándome las réplicas cuando las olvidaba con una paciencia infinita.
Para que luego digan que los niños de hoy no son apañaos.